|
|
Roberto Clemente Walker sin lugar a dudas fue un símbolo de grandeza en
el mejor béisbol del mundo, las Ligas Mayores. Hablar de Clemente es
hipnotizar al pensamiento y llevarlo a traspasar la puerta de la grandeza.
Donde quiera que usted busca Roberto Clemente dejó huellas las cuales datan
su gran historial deportivo tanto afuera como dentro del terreno.
Dentro de sus grandes hazañas se encuentran sus cuatro campeonatos de
bateo en la Liga Nacional, su selección como Jugador Más Valioso en
1966, sus doce Guantes de Oro, y sus actuaciones increíbles en Juegos de
Serie Mundiales. Pero hubo una hazaña gigante ejecutada el 22 y 23 de
agosto de 1970. Una hazaña que tal vez muchos lectores y amantes del
béisbol no recuerdan o que ha pasado desapercibida.
Al transportarme a esos días en mi avioneta del tiempo observo a los
Piratas del Pittsburgh y los Dodgers de Los Angeles empatados a una carrera
en la décimoquinta entrada del partido en el Dodgers Stadium, la noche del
22 de agosto. Los Piratas lucen su famoso uniforme sin mangas con su
"sudadera negra", los Dodgers por su parte también lucían su uniforme
tradicional que por tan tiempo han llevado. Los Piratas le habían conectado
nueve inatrapables a los lanzadores de los Dodgers y el boricua Clemente
era el actor principal de cuatro de ellos. Un sencillo del bate de Clemente
había traído a casa a Bill Mazeroski con la única anotación Pirata en la
tercera entrada.
En el episodio número dieciseis, Clemente le conectó su quinto
inatrapable a Pete Mikklesen, tercer lanzador de los Dodgers en el partido.
De inmediato se estafó la segunda base y minutos después pisó el pentágono
con la carrera de la victoria.
Los Piratas arribaron a su hotel a las dos de la madrugada. Eso le restaba muy poco tiempo a los jugadores para descansar y reponerse para el otro juego al día siguiente que estaba pactado para la una de la tarde. Willie
Stargell estaba lesionado, y el dirigente Danny Murtaugh puso en la
alineación al boricua que debido a sus 36 años de edad le tocaba un
descansito.
Pero Clemente era un superdotado de este deporte, abrió en la primera
entrada con un sencillo frente a Alan Foster, en la segunda entrada impulsó
una anotación mediante otro sencillo y en la cuarta conectó doble, impulsó
otra carrera y luego anotó. En la séptima entrada del bate de Clemente
salió otro sencillo y para culminar el baile, conectó tremendo
cuadrangular en la octava frente al novato Charlie Hough. Los Piratas
vencieron once carreras por cero y Clemente se fue esa tarde de 6-5, así
que nuestro amigo Clemente conectó diez inatrapables en trece turnos al
bate, anotó cinco e impulsó cuatro y de sus inatrapables siete fueron
sencillos, dos dobles y un cuadrangular.
Para algunos peloteros de las Grandes Ligas esa cantidad de incogibles le hubiese tomado tres o cuatro semanas, pero el "Astro Boricua" de
Puerto Rico logró esta hazaña inolvidable a su estilo.
Edwin "Kako" Vazquez es Escritor e Historiador en deportes.
|
Open to the UNIVERSE in 2005 and beyond
Cuidese...que de los buenos quedamos pocos...
From the Old Shortstop...
|
|