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La vida de un pelotero muchas veces no resulta fácil, y tiene que enfrentarse a un sinnúmero de eventualidades que se presentan a su paso en este mundo deportivo. Hubo una época en que el pelotero era un individuo solitario, quien se recluía en la solitaria habitación de un hotel a conversar, o a jugar a las cartas con algún compañero del equipo, tan solitario como el mismo.
Si alguna vez recibía correspondencia, la misma no pasaba de ser una encrucijada misiva, pésimamente escrita, que le enviaba algún insignificante admirador de humilde condición. En otras circunstancias, el blanco de atención para la mujer impresionante era el apuesto joven elegante, que se destacaba por su actuación en las pantallas.
Existió un pelotero que recibía cartas apasionadas en papel color rosa, su nombre: JOE DIMAGGIO, un tipo esquivo y taciturno, y bastante tímido cuando no estaba de frente a un lanzador. Su gran actuación en el bosque central para los YANKEES de NUEVA YORK le llevó a romper los corazones de muchas damitas, que cada día le escribían cartas.
Cuando se terminaba la temporada de béisbol, la estrella de los Yankees descansaba un poco, pero no así el numeroso grupo de féminas que insistían en escribirle, implorándole una cita. Muchas de esas cartas no le llegaban a JOE, le llegaban a los redactores deportivos y a los columnistas, con quienes ellas suponían que DIMAGGIO tenía estrecha amistad.
Todas expresaban el deseo de ser presentadas, y de conocer personalmente al "YANKEE CLIPPER". la gran estrella del momento. JOE DIMAGGIO, quien no quería saber de este asunto debito a lo cargada de su agenda, y la importancia de su carrera. En otras palabras, el "YANKEE CLIPPER" sabía que este tipo de relaciones, que vienen acompañadas de la fama, traían situaciones embarazosas y hasta solían convertirse en una fuente de peligro.
Amigos, durante mucho tiempo JOE estuvo recibiendo cartas de una muchacha que se enamoró locamente de él. No obstante, él podía identificar las cartas de esta dama entre la abundante correspondencia diaria, por los términos extravagantes en que estaban redactadas. Al principio, la muchacha le dijo cuanto lo admiraba y le pedía una cita.
Joe decidió ignorar las cartas de la dama, pero ella continuó mostrándose más insistente. Finalmente cambió el tono de sus cartas, y comenzó a amenazar a DIMAGGIO replicando: "ME ABRIRÉ LAS VENAS SI SIGUES IGNORÁNDOME". La muchacha siguió amenazando con suicidarse si él no accedía a sus ruegos, tomando el caso un giro peligroso.
Posteriormente la muchacha se presentó en el hotel donde se hospedaba DIMAGGIO, llamo por teléfono desde el recibidor, exigiendo verlo. Al DIMAGGIO rehusar complacerla, la chica formó un sal pa' fuera, y los amigos de JOE bajaron al recibidor donde se hallaba, para tratar de convencerla de que marchara.
Algún tiempo después, GEORGE SOLOTAIRE, uno de los amigos más íntimos de JOE, se encontró con la muchacha, y le dijo: "JOE NO ESTÁ INTERESADO EN CHICAS POR AHORA". El se divorció de DOROTHY ARNOLD, la actriz de cine, y lo único que le interesa es estar solo y jugar béisbol. Aunque ella prometió dejar solo a JOE, volvió a escribirle, amenazándolo con suicidarse si no le concedía una cita. Esta vez Joe le entregó las cartas a los directores de los YANKEES. Inmediatamente se dio cuenta del caso a la oficina del FISCAL de DISTRITO en el BRONX, y la muchacha fue interrogada.
Luego de haberse consultado a un psiquiatra, la familia convino en someterla a un tratamiento y fue puesta en custodia. Los YANKEES, por su parte, le asignaron un guardaespaldas al "CLIPPER", porque fue en esos días que EDDIE WAITKUS, de 29 años, primera base de los FILLIS de FILADELFIA, fue gravemente herido de bala en su hotel por una muchacha de 19 años, que no estaba en sus cabales.
Ruth Ann Steinhagen, una estenógrafa, había asediado a WAITKUS durante varios años, escribiéndole y llamándolo por teléfono, hasta la noche en que lo siguió hasta la habitación de su hotel y le hizo el disparo. Tras un examen psiquiátrico, se comprobó que no estaba bien de sus facultades mentales, y fue recluida en un sanatorio de CHICAGO.
JOE se halló en otra situación embarazosa cuando varios columnistas comenzaron a anunciar en los periódicos que él estaba comprometido para casarse. La muchacha con la que vincularon el nombre de JOE era una artista de un club, quien se demostró igualmente desconcertada e indignada.
Se comenzó a investigar la situación de las cartas que fueron enviadas a los columnistas anunciando este compromiso, llegando a la conclusión que las mismas habían sido escritas por la misma persona, quien resultó ser una de las admiradoras de JOE DIMAGGIO.
Solamente un psiquiatra podría determinar qué propósitos movieron a la persona que escribió aquellas cartas anunciando el compromiso matrimonial. Lo cierto fue que DIMAGGIO y la señorita STANWISH, convinieron en que no había nada entre ellos que pudiese parecerse a un idilio.
JOE DIMAGGIO fue muy celoso con su profesión, sabía que una buena parte de su éxito se lo debía a los fanáticos, de quienes estaba muy agradecido. Perooo, no creía que su gratitud debía llegar al extremo de tener citas o asociarse en alguna forma, con mujeres que tenían la cabeza llena de humos y le escribían cartas.
DICHO SEA EN EL POPULAR ARGOT DEPORTIVO, CENTENARES DE MUCHACHAS SE LE ENFRENTARON AL NOTORIO "YANKEE CLIPPER", PERO NINGUNA LOGRO LLEGARLE A PRIMERA BASE CON SUS PRETENSIONES AMOROSAS.
Edwin "Kako" Vazquez es historiador deportivo.
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Cuidese...que de los buenos quedamos pocos...
From the Old Shortstop...
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