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La misma palabra define la acción que se llevará a cabo por parte del bateador envuelto. Dentro de esta didáctica deportiva toda la responsabilidad caerá sobre el bateador de emergencia al momento de presentarse al plato.
En la mayoría de las veces que este servidor envía un bateador emergente durante un partido trato de relajarlo lo más posible que pueda. No es fácil amigos entrar a batear frío desde el banco y producir en grande para el equipo.
Siempre he dicho y sostengo que un bateador que viene de emergencia debe tener valor y serenidad en la crísis, control bajo el fuego, sorteará el aprieto apasiblemente, empleará el poder de diagnosticar con exatitud para que su actuación sea justa y deseada.
Cuando se analizan las situaciones críticas en un partido de béisbol, en la que toman parte los bateadores de emergencia, encontraremos cosas inexplicables, tales como la nerviosidad, la excitación, la ligereza, la inseguridad que se apodera de la parte defensiva y lo que llaman muchos la parte sicológica y la que yo personalmente llamo un cambio de ambiente, de rutina, de ritmo, de seguridad.
Esto se debe por que al aparecer en escena o sea el bate de un nuevo jugador, nuevo elemento fresco y apacible, obligará a la defensiva a cambiar el ritmo mental. Los nueve jugadores, especialmente el lanzador, se asustan, pierden los nervios y crean confusiones que les hacen cometer errores.
Como el lanzador es el hombre más directo que está con el bateador, es el primero que más claro ve el problema y es él sobre quien cae toda la responsabilidad, de modo que ese cambio de un jugador regular que ya él conocía, por que le ha lanzado ya varias veces, por uno nuevo, bateador de emergencia, surjen nuevas ideas, nuevos planes, que a veces redundan en perjuicio de la defensiva en su gran mayoría.
Que este claro amigos, que no es por que el bateador sea mejor que el que sustituye, sino por que es otro panorama, sujeto nuevo, le trae otra perspectiva, otra situación de juego que saca de quicio al lanzador y a aveces al receptor con todo su cuadro de jugadores.
El bateador de emergencia o emergente como todos sabemos, es uno que está fuera del juego, que está viendo, palpando, observando todos los jugadores desde el banco, serenamente. Al ser llamado a batear por otro compañero, estará en las mejores condiciones para sacar a su equipo del peligro que se encuenta.
Con una simple mirada al cuadro de los oponentes y sus jardines, diagnosticará y tratará si es posible meter al lanzador en un hoyo, así lo tendrá en condiciones de batearle a su gusto en dirección donde vea el mejor hueco para colocar su batazo.
Regularmente los bateadores de emergencia son jugadores muy flojos que el manager los tiene en el banco y los conservan por su buen contacto o por su especialidad en el robo de las bases o por su gran experiencia en casos de apuros de los equipos, de modo que si nos basamos en este principio de debilidad del bateador emergente en su defensiva, no se deberá abusar del uso de ellos, si no en el preciso momento de necesidad.
Ha ocurrido y ocurre que muchos dirigentes y coaches usan emergentes fuera de tiempo sin necesidad, no se dan cuenta que están sacrificando su defensiva. Un manager inteligente nunca usará un bateador de emergencia, a menos que el momento sicológico se presente y, por lo menos, que el hombre que va a sustituir al bateador tenga muchas más probabilidades de batear mejor que el que va a ser sustituido. Esta amigos, es la verdadera ciencia de esta jugada o la teoría que siempre se sigue.
Edwin "Kako" Vazquez es Escritor e Historiador en deportes.
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Cuidese...que de los buenos quedamos pocos...
From the Old Shortstop...
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